Iniciada la nueva gestión del alcalde Castañeda y de acuerdo a sus discursos nos va quedando claro que Lima, nuevamente, verá frustrada las, tantas veces, postergada reforma del transporte.
No voy a defender la reforma del transporte de la gestión anterior, sino llamar a la reflexión de que nuestra querida ciudad capital pide a gritos un sistema integrado de transporte decente que permita a los vecinos trasladarse a los distintos distritos de Lima y Callao.
Es cierto, existe el metropolitano que transporta a solo el 7% de los limeños, el metro que une a Villa el Salvador con San Juan de Lurigancho y por ahí, tímidamente, el corredor azul que tiene que lidiar con taxis y el transporte particular, en la avenida Arequipa.
La nueva gestión ofrece implementar el servicio del metropolitano por la avenida Javier Prado y una ruta alimentadora por la avenida Brasil y nada más. No se piensa en los miles de usuarios que tienen que levantarse de madrugada para salir de sus casas a trabajar. No se piensa en los congestionamientos que a diario, ocasionan pérdidas de miles de horas hombre y combustible.
Es inconcebible que a las 8 de la mañana circulen por la avenida Túpac Amaru, Caquetá y el puente del ejercito buses interprovinciales, servicio de transporte públicos y taxis. El congestionamiento es insoportable. A ello hay que sumarle, por ejemplo, que en la panamericana norte, los tráiler que vienen del interior del país, se abren paso, junto con los buses interprovinciales y los buses de transporte público, con metidas imprudentes, cláxones ensordecedores y las consecuentes acciones de violencia.
Lamentablemente no podemos salir del correteo entre couster y combis que por ganar un pasajero arriesgan la vida de decenas de gente. La guerra del centavo sigue vigente. Sin contar los constantes atropellos que a diario ocurren dejando dolor y muerte a su paso. Miles de hogares lloran la muerte de sus seres queridos a manos de los “locos del volante”.
Soy respetuoso de la separación de poderes que debe existir entre el gobierno central y los gobiernos locales pero en este caso, es hora de un dialogo entre ambos gobiernos para impulsar una reforma integral del transporte urbano en Lima y Callao caso contrario tendremos que hacernos la pregunta: Y la reforma del transporte?...Para otra vez será.
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