El transporte e inseguridad ciudadana son dos de los principales problemas que afectan a la ciudad de Lima y que salvo algunas medidas populistas no se avizora una solución al corto plazo. En el caso del transporte, es cierto, por primera vez, se impulsa una reforma que ojalá, los usuarios del servicio de transporte público, puedan gozar, en algún momento, lo que ahora, se conoce como Sistema Integrado de Transporte.
Es increíble que el metropolitano, que cubre solo el 7 por ciento del transporte en Lima, la gente viaje como sardinas. Eso se puede mejorar poniendo en operación más unidades vehiculares pero parece que el sentido del negocio prevalece sobre el interés del servicio social.
El tema de la inseguridad ciudadana, más que un problema vecinal, es más bien una responsabilidad no asumida con energía por las autoridades, que la reducen a un tema de percepción, será porque ellos gozan de protección policial?
Nadie está pidiendo desaparecer a la delincuencia pero si mantenerla arrinconada. Se conocen los puntos críticos en Lima, es urgente poner en práctica un plan de operaciones de la Policía Nacional para controlar esta situación. Y lo más importante es que las autoridades den señales claras que están a favor de la sociedad no de la delincuencia.
El 5 de octubre del presente año, se realizarán elecciones municipales y regionales con la participación de miles de candidatos a los gobiernos regionales y municipales. Todos con la intensión-dicen- de "sacrificarse por el bien de la ciudad". Dejan sus empresas, otros sus empleos y habría que investigar -muchos sin empleo- y hasta quebrados económicamente. Entonces ganar una alcaldía o un gobierno regional es como sacarse la tinka.
Hasta el momento se sabe que diez son los candidatos a la municipalidad de Lima que incluye a la actual alcaldesa que va a la reelección. La competencia ya comenzó. Todos ofrecen el oro y el moro con tal de ganar el voto del electorado. Ofrecen desde la construcción de funiculares para llevar el transporte a los cerros hasta la instalación del tren de cercanía entre Cañete y Villa el Salvador.
Lima, es una mega ciudad con casi 9 millones de habitantes, la situación se hace insostenible, haría bien los candidatos en dejar de pensar que la gestión municipal es un botín y más bien ponerse a pensar si están a la altura de la responsabilidad de realizar una buena gestión y lograr una calidad de vida para los ciudadanos. Entonces el reto vecinal es elegir a un alcalde con visión de futuro y no un administrador de crisis. Por su parte, los legisladores deben someter a las leyes municipales a un escrutinio para cerrar fugas de dinero y evitar el robo descarado a la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario